La ortografía de la frase (I)
Los signos de puntuación separan determinados elementos oracionales, indicando las relaciones existentes entre ellos y, por tanto, el orden e interdependencia de las ideas. A la vez, pueden manifestar ciertos propósitos expresivos de quién escribe y particularidades de su propio estilo.
La normalización de los signos de puntuación aparece tardíamente en el castellano, como en muchas otras lenguas; su uso no se generaliza hasta el siglo XVI, con la extensión de la imprenta, aunque hay que esperar la llegada del siglo XIX para su total sistematización.
Los principales signos de puntuación son:
- La coma.
- El punto y coma.
- El punto.
- Los puntos suspensivos.
- Los signos de interrogación.
- Los signos de exclamación.
- El paréntesis.
- Las comillas.
- El guión.
- La raya.
Los veremos en esta y en siguientes entradas.
La coma
La coma suele marcar el límite entre grupos fónicos; es por tanto, una pausa, aunque existen pausas que no se indican en la escritura (un pariente lejano de su padre / los nombró herederos / de una cuantiosa fortuna). También puede venir exigida por relaciones lógicas entre miembros de la frase que no se traducen normalmente en una pausa (si, señor). Las principales circunstancias en la que se emplea son:
- Detrás de un nombre en función de vocativo, si el nombre se encuentra al comienzo de la oración, o antes y después de los demás casos: señores la mesa está servida; La mesa, señores, está servida.
- Para separar los elementos de una enumeración, salvo cuando entre ellos aparezcan las conjunciones y, ni, o: Acudieron a la reunión Maite, Gorka, Javier y Mikel.
- Para separar los miembros de una oración relativamente independientes entre sí, vayan o no precedidos de conjunción: Aquella tarde, le contó su vida, le habló de sus proyectos, y le ganó para su causa.
- Cuando se incluyen aclaraciones que suspenden momentáneamente el discurso: El profesor, un hombre distante y antipático, le indico que se sentará. Expresiones como esto es, es decir, en fin, por consiguiente, no obstante, en realidad y otras de parecido carácter van igualmente entre comas.
- Cuando se invierte el orden normal de una oración anteponiendo algún elemento que debería ir en otro lugar: A ese sinvergüenza, no quiero ni verlo.
El punto y coma
Por lo general, indica una pausa un poco más larga que la coma. Es utilizado en los siguientes casos:
- Para separar proposiciones (y en general, sintagmas de ciertas complejidad) en cuyo interior se han utilizado ya comas: Para acabar el informe, trabajó casi toda la noche; durmió un par de horas de cinco a siete; a las ocho, ya estaba en la oficina.
- Entre proposiciones de cierta extensión coordinadas adversativamente o que desarrollen aspectos distintos de una misma idea; si son cortas, bastará con una coma: Se lo contó todo, sin omitir detalle alguno; pero al acabar su relato, se dio cuenta de que era inútil.
- En general, entre proposiciones relativamente extensas, que no guarden estrecha relación de sentido entre sí. En este último caso, podría usarse también el punto.
Seguiremos viendo el resto de signos de puntuación en siguientes entradas.
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