La ortografía de la palabra (I)

 La pronunciación predominante del castellano es llana. La mayoría de las palabras llanas del castellano acaban en vocal (cada, niño), en /n/ (hablan) o en /s/ (cosas); lo que quiere decir que de acuerdo con la norma no llevan tilde las palabras llanas que acaban en vocal, /n/ o /s/, la mayoría de las palabras castellanas no llevan acento gráfico. Las palabras esdrújulas y agudas son mucho menos abundantes en la lengua, a pesar de lo cual acaparan el mayor número de tildes: las llevan todas las esdrújulas y las agudas que acaban en vocal, /n/ o /s/.

El empleo sistemático de la tilde ayuda a la correcta pronunciación de las palabras, sobre todo cuando son desconocidas para quién las lee. Esto ocurre con muchos nombres propios: no hay posible error al pronunciar Frómista o Elósegui, como no hay al decir Camus o Ausejo, si la tilde se usa correctamente.

El empleo de la tilde debe extenderse a las palabras escritas en mayúsculas y a las palabras extranjeras. Respecto a estas últimas, o bien se reproduce el acento gráfico (si lo tienen) de su lengua original (Moliére), o bien si la palabra se ha castellanizado, se siguen las reglas generales (fútbol, córner, Moscú...)

Palabras agudas

La norma general es que deben llevar tilde las que acaban en vocal, /n/ o /s/: papá, televisión, Andrés...

Los monosílabos (obviamente agudos cuando se pronuncian aislados) no llevan tilde nunca: fe, dio, tres, etc.; sin embargo, se usa la tilde diacrítica para diferenciar significados (dé, verbo dar/de, preposición).

Palabras llanas

Se acentúan gráficamente las que  NO acaban en vocal, /n/, ni /s/: móvil, césped, póster, etcétera. Si acaban en grupo consonántico, aunque la última consonante sea /s/, llevan tilde: bíceps.

Cuando resulta una palabra llana por la unión de un verbo más un pronombre enclítico, se colocará tilde (contra la regla general de las llanas) si la forma verbal simple la tiene: reírse, oírlo...

Palabras esdrújulas

Las palabras esdrújulas llevan tilde siempre: héroe, árbitro. Lo mismo ocurre con las sobreesdrújulas: dígaselo, pídasenos. Si la palabra es esdrújula o sobreesdrújula por la unión de un verbo más uno o dos pronombres enclíticos, se acentúa gráficamente de acuerdo con la norma general.

Cuando la palabra es una adverbio terminado en -mente, sólo lleva tilde si el adjetivo que lo forma la lleva: débilmente, rápidamente, (buenamente no lleva tilde, por ejemplo).