Las oraciones imperativas

 Pretenden provocar una respuesta en el interlocutor, que ya no es lingüística (como en la oración interrogativa) sino práctica: que haga lo que se le pide u ordena. La función del lenguaje que realizan es la apelativa.

El modo verbal característico es el imperativo. No obstante, hay otras  formas gramaticales de mandato o exhortación, como a + infinitivo (a callar), futuro de indicativo (no matarás), gerundio (andando), etcétera.

La entonación de la imperativa puede ser exclamativa (¡lárgate de aquí!), pero no tiene porque serlo (deme una entrada, por favor, ¿me da una barra de pan?). La entonación, por un lado, diversas marcas léxicas y sintácticas y la entonación extralingüística por otro (relaciones entre hablante y oyente, posibilidad de que aquél tenga que pedir, suplicar...), permiten distinguir variadas clases de imperativas: las órdenes, exigencias, prohibiciones, ruegos, recomendaciones...

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