Más cosas sobre la oración

 El concepto de oración permite describir la estructura de infinitos enunciados de una lengua, determinando cuáles son aceptables, y cuáles, por el contrario, son agramaticales (reduciéndose así la diversidad de aquellos a una serie de modelos o pautas que hacen posible, al tiempo, explicarlos y dar cuenta del funcionamiento de la lengua).

Tres criterios se han utilizado para formular el concepto de oración: el semántico, el fonológico y el propiamente gramatical.

La oración, siendo expresión verbal, tiene como fundamento la predicación; es decir, la afirmación o negación a propósito de algo, la atribución a un objeto de una propiedad, o la relación entre diferentes elementos.

Así, desde un punto de vista semántico, la oración es una unidad de comunicación. Si las palabras aisladas tienen un significado (casa, noche), sólo en una oración comunican sentido (la casa se quemó durante la noche), que es, en si mismo, un sentido completo al margen de que se relacione con otras oraciones con las que forma un texto (unidad superior a la oración, convertido en objeto de estudio por las gramáticas del texto).

Desde un punto de vista fonológico, la oración es una secuencia delimitada por pausas marcadas: un tonema de cadencia señala el final de la oración que, en la escritura, es reproducido por un punto. Así, la segmentación de un texto en oraciones no plantea demasiados problemas:

Se pasó toda la tarde cuidando a sus hijos. Un poco ausente, escuchaba sus voces y vigilaba sus juegos. A las ocho les dio de cenar y les acostó.

Se pasó toda la tarde cuidando a sus hijos./ Un poco ausente, escuchaba sus voces y vigilaba sus juegos. / A las ocho les dio de cenar y les acostó. /

Desde el punto de vista gramatical, la oración es una unidad no incluida por procedimientos sintácticos en otra unidad mayor y, por tanto, puede aparecer en una posición absoluta, esto es, independiente. Por compleja que sea, está constituida por dos elementos: el sujeto y el predicado, el primero de carácter nominal y el segundo un verbo en forma personal. Entre uno y otro hay una relación de concordancia:

  • Él llamó.
  • El marido llamó a las diez.

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