Introducción al análisis de textos
Se denomina texto a toda manifestación verbal de sentido unitario. Una carta, una conversación, un decreto ley, una canción o un poema son textos en cuanto suponen unidades de comunicación. Un texto puede estar formado por una sola oración (callad, antes de entrar dejen salir), por varias (una receta de cocina, una noticia) o por muchas (una novela, una enciclopedia), pues todos ellos, sea cual sea su extensión, agotan la intención del hablante (personal, colectivo o institucional) que los han producido y se encuentran cerrados en sí mismos.
El texto puede ser oral o escrito, de estructura más rígida o más libre. El hablante puede construirlo en una lengua u otra, en cualquiera de las variedades que conozca de su lengua, y seguirá para ello dos tipos de reglas: las propias del sistema que utiliza (fonológicas, sintácticas y semánticas) y las específicas del tipo de texto que desea elaborar. Sus únicas restricciones vienen determinadas por las instituciones sociales e ideológicas. La intención comunicativa del hablante da como resultado un texto.
La unidad textual caracteriza la estructura de las unidades oracionales. Por ejemplo, la utilización del artículo ante el nombre viene exigida por el hecho de que el referente del nombre es consabido, y lo es, generalmente, porque en una oración precedente se ha introducido mediante un indefinido (si el asunto del texto es un viaje, a partir de la primera mención será el viaje)
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