Introducción a la coordinación y subordinación

 Dos o más estructuras oracionales pueden incluirse en una sola oración al mismo nivel sintáctico, es decir, sin que ninguna de ellas sea un elemento o dependa de otra. Cada una podría, eventualmente, ser una oración independiente. Se dice en este caso que las proposiciones están coordinadas:

Se abrió la puerta y salió una mujer.

¿Vienes con nosotros o te quedas en casa?

Por el contrario, cuando una estructura oracional se integra en otra como un sintagma más de ella (sujeto, complemento del verbo, adyacente de un nombre, etc.) se dice que está subordinada; en la subordinación se da una relación de dependencia de la proposición subordinada respecto de la llamada principal:

Los vecinos piden que se atiendan sus quejas.

Cuando sean las diez, te vas.

Las relaciones de coordinación y subordinación se expresan mediante nexos, respectivamente coordinantes y subordinantes. Pero estos nexos pueden faltar. Se dice entonces que las proposiciones se hallan yuxtapuestas.

Clases de coordinación

Tradicionalmente, se distinguen las siguientes clases de coordinación:

  • Copulativa, una proposición se añade a otra u otras.
  • Distributiva, el contenido oracional se organiza en proposiciones correlativas.
  • Disyuntiva, una proposición excluye a otra.
  • Adversativa, una proposición corrige a otra.
  • Explicativa, una proposición aclara el contenido de la otra.

Clases de subordinación

Las proposiciones subordinadas se clasifican según la función que desempeñan dentro de la oración, partiendo del esquema de la oración simple y según la analogía que guardan con un elemento nominal, adjetivo o adverbial. Por tanto, hay proposiciones que equivalen a un sintagma nominal (funcionan como sujeto, complemento directo, adyacente de un nombre...) y reciben el nombre de proposiciones sustantivas. Otras equivalen a un sintagma adjetivo, con la función característica de modificar a un núcleo nominal, sea cual sea la función de éste: son las proposiciones adjetivas. Otras finalmente, equivalen a adverbios en cuanto complementan al núcleo del sintagma verbal: son las proposiciones adverbiales, también llamadas circunstanciales.

Es sorprendente que no haya venido.

Se deshizo de la ropa que estaba sucia.

Te vas cuando den las diez.

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