Más cosas sobre la lengua escrita
En resumen: la lengua escrita es un instrumento de comunicación que responde a necesidades muy alejadas de la lengua oral. Además de su realización gráfica, la distinguen de ésta los siguientes rasgos:
- Más que el emisor, es el texto el que habla porque el autor se encuentra oculto tras él. En muchas ocasiones el autor es colectivo o su personalidad individual carece de importancia.
- El receptor está separado del emisor en el tiempo o en el espacio. Con frecuencia, el mensaje es recibido por un grupo.
- Las interpelaciones o propuestas que el texto transmite, cuando se dirigen a un receptor colectivo suelen ser menos intensas y perentorias que las que proceden de la lengua hablada. Sin embargo, si el emisor y el receptor son hablantes individuales, la fuerza de lo escrito compromete más a uno y otro (piensa en promesas, amenazas que se hacen por escrito, como en Facebook o Twitter).
- Por lo general, en la lengua escrita, permanece lo informativo sobre lo expresivo y apelativo, y también sobre la indicación de contacto a que suele limitarse la lengua oral. La escritura permite transmitir contenidos abstractos y complejos: funciones casi exclusivamente suyas son la comunicación científica y técnica, la política, la jurídica y la literaria.
- La distancia física entre emisor y receptor impide la referencia a la situación práctica, que debe incorporarse al texto (o al contexto).
- Al tiempo que los contenidos se hacen más explícitos, la forma de los mensajes se hace más deliberada y estricta. Los textos escritos adoptan estructuras más o menos fijas en función de ciertas variables: propósito y tema del texto, situación en que se produce, lenguaje especial en que se construye, etc. El ejemplo más claro lo constituyen los formularios.
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