Introducción a las clases de verbos

 Desde una perspectiva formal, cabe distinguir los verbos regulares, que siguen en todas sus formas a los establecidos como modelos (puedes ver ejemplo en esta entrada (primera conjugación), o en esta (segunda conjugación), o en esta otra (tercera conjugación), de los irregulares, que presenta diversas variaciones en algunas de sus formas.

Son verbos defectivos los que carecen de alguna forma, como por ejemplo abolir, que sólo se usan en infinitivo y participio y (algunos de ellos) en las formas que tienen -i tras el lexema. Atañer, concernir, sólo presentan 3ª persona; soler, etcétera.

Se llama verbos unipersonales a aquellos que sólo pueden usarse, en sentido estricto, en 3ª persona del singular: llover, nevar, amanecer, etcétera.

Son verbos pronominales aquellos que necesariamente se construyen con un pronombre personal átono de la misma persona que el sujeto: arrepentirse, quejarse, jactarse (no existen los verbos arrepentir, quejar, jactar). A este grupo suelen asimilarse verbos como caerse, morirse, marcharse y todos cuantos cambian sustancialmente de significado a causa del pronombre.

En las siguientes entradas, veremos en profundidad otras clases de verbos.

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