Textos escritos (2)

 Esta entrada es continuación de la anterior.

Los textos formularios

Particularmente abundantes en las relaciones jurídico-administrativas, aunque no ausentes de otros ámbitos (relacionales laborales, profesiones, comerciales...), son los escritos formularios. Están construidos según convenciones muy estrictas y redactados mediante una fraseología fija (contratos, declaraciones juradas, testamentos, actas, certificados...)

Los textos formularios pretenden facilitar las relaciones de los individuos con las instituciones, reduciéndolas a expresiones rígidas, fáciles de usar una vez superada la aparente dificultad (se emplea en ellas un registro muy alejado del coloquial) e igualmente rápidas de leer e interpretar. A la vez, intentan objetivar dichas relaciones, abstrayéndolas de consideraciones individuales y subjetivas. Tampoco faltan razones de tradición y conservadurismo.

Textos literarios

Un poema, una novela, un cuento o un texto teatral son textos literarios escritos, a pesar de que en los orígenes la poesía lírica fuese canción (ciertas formas narrativas orales), o el teatro reclame siempre la representación y, por tanto, la lengua hablada.

La teoría literaria ha acometido repetidamente la clasificación de estos textos en géneros, fundados en determinados procedimientos constructivos y retóricos. Como resultado aparecen los tres grandes géneros, la lírica, la narrativa y la gramática, dentro de los cuales caben numerosos subgéneros de estructura más o menos rígida (por ejemplo, la del soneto y la de la novela). No obstante, caracteriza a los textos literarios la constante tensión entre las convenciones genéricas a que responden y la libertad verbal y estructural a la que aspiran: ésta cuestiona a  aquellas y justifica el cambio histórico de los generos.