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Mostrando entradas de diciembre, 2020

La ortografía del castellano

 Si el hito decisivo para la fijación gráfica del castellano medieval es la obra de Alfonso X el Sabio, para el castellano moderno lo es la labor de la Academia de la Lengua, fundada en 1714; uno de sus objetivos explícitos es establecer la ortografía del castellano. Imperativo fonético y etimológico El alfabeto castellano procede del latino y, como el, se basa en el principio fonético de escribir como se pronuncia: a cada fonema, y en general, a cada hecho fónico, corresponde una determinada marca gráfica. Sin embargo, dicho principio se halla en contradicción con el imperativo etimológico, que exige fidelidad en la escritura a formas previas de las palabras, desaparecidas o conservadas. El castellano ha oscilado siempre entre ambos imperativos, si bien siempre ha prevalecido el primero, de manera que no se producen demasiados ajustes entre el sistema fonológico y el gráfico. Algunas lenguas románicas, como el italiano, son más fonéticas; otras, como el francés, dan más importancia qu

Introducción a la ortografía

 El lenguaje escrito no es más que una traslación arbitraria y convencional, de la lengua oral a los signos gráficos. Se entiende así por ortografía  ( ortos en griego significa recto) esa representación gráfica de signos lingüísticos de acuerdo con una norma; por lo que no debería hablarse, en rigor, de mala ortografía. La norma lingüística se fija, a lo largo de la historia, en los planos fónico, gramatical y léxico. Desempeña un papel esencial en las relaciones con la lengua de sus hablantes, para quienes supone modelo de un empleo unitario, prestigio y marco de referencia. Para su consolidación, resulta básica la existencia de un uso escrito, cuya normalización, más necesaria que la de la lengua oral, influye sensiblemente sobre esta última.

Un par de términos interesantes

 Un par de términos que puede ser de vuestro interés: Ortología : disciplina que se ocupa de la pronunciación desde un punto vista que no es ni descriptivo ni teórico, sino normativo; es decir, valora cuál es la realización de los fonemas, palabras y frases que se adecúa a la norma, y corrige las anomalías o transgresiones. Ortografía es la representación gráfica fonemas, palabras y frases, de acuerdo con las exigencias de la norma.

Tipos de entonación

 Entonación enunciativa Se caracteriza por un tonema de cadencia, más pronunciado cuanto más categórica es la afirmación o negación. Tu hermano no puede hacerlo. Si la enunciación consta de varios grupos fónicos , el anterior al final termina en anticadencia. Por ejemplo: A las doce de la noche, cuando nadie la esperaba, Marta llegó. Cuanta más autonomía semántica tiene el grupo fónico con respecto al conjunto de la oración, tanto más se marcará la pronunciación: es lo que ocurre en los paréntesis y en las enumeraciones que terminan con tonema descendente. Por ejemplo: En lugares como ésos (dijo la madre) es difícil vivir. Compró unas linternas, unas botas, una cuerda para escalar. Observa que si los dos últimos grupos fónicos de la enumeración van unidos por una conjunción, el penúltimo termina en anticadencia: Compró una linterna, unas botas y una cuerda para escalar. Entonación interrogativa Generalmente, el tono es más alto que el de las enunciativas. En las interrogativas totales,

La entonación

 La entonación es la línea melódica descrita por la sucesión de tonos con que se pronuncia un mensaje. De ella puede depender el sentido que éste posea, por ejemplo la oposición entre estos tres enunciados: No puede ser. ¿No puede ser? ¡No puede ser! Hay en la entonación características individuales (se distingue a una persona tanto por el timbre de su voz como por el tono con el que habla, más o menos grave o agudo, rápido o lento, cantando, etc.), y otras propias de cada lengua y de las variedades geográficas y sociales de la misma (por la entonación puede a veces distinguirse en qué lengua habla alguien, aun sin conocerla; un aragonés o un burgalés no hablan castellano con la misma entonación). Otras características parecen generales: descenso del tono en las oraciones afirmativas, ascenso en las preguntas. El tono El tono es la altura musical de un sonido. Puede ser más o menos agudo o grave, según sea mayor o menor el número de vibraciones por unidad de tiempo. Se llama tono norma

El acento

 El acento y la entonación se llaman rasgos suprasegmentales porque afectan a unidades superiores a los fonemas. El acento, aunque recaiga siempre sobre un fonema vocálico, se deja sentir sobre la sílaba, y en realidad, sobre la palabra entera. La entonación se superpone a secuencias de palabras (frases) cuyo significado determina. El acento consiste en el refuerzo de la intensidad espiratoria que reciben algunos sonidos. Tiene en castellano valor distintivo, pues su presencia en una u otra sílaba sirve para distinguir palabras (léxica o morfológicamente). Por ejemplo: Práctico (adjetivo)/practico (verbo) También puede servir para distinguir enunciados: El habla/Él habla Dentro de una palabra, sólo una sílaba lleva acento. La sílaba acentuada se denomina tónica , y son átonas las restantes. Palabras agudas, llanas y esdrújulas El castellano es una lengua de orden libre en lo que se refiere a la colocación del acento. Éste puede ir en cualquiera de las tres últimas sílabas. Son excepcio

La sílaba

 La sílaba es una unidad articulatoria y acústica . Un elemento imprescindible de la sílaba es la vocal, que se denomina, por su máxima abertura, sonoridad e intensidad (características que se subrayan cuando la sílaba es tónica), cima (la cima es la vocal o vocales de la sílaba. La consonante o consonantes que eventualmente la preceden forman la cabeza de la palabra; la consonante o consonantes que pueden aparecer tras la cima reciben el nombre de coda . Estructuras silábicas del castellano Así, las estructuras silábicas que presenta el castellano son las siguientes: V (vocal): e ra. C (consonante) + V: e ra . V + C: ár bol. C + V + C: ár bol . C + C + V: trí o. V + C + C: abs tracto. C + C + V + C: abs trac to. C + C + V + C + C: trans ferencia. Las sílabas más frecuentes, en castellano, son de la estructura C + V (aproximadamente el 60%) y C + V + C (en torno al 20%). Suele denominarse sílaba libre a la que no tiene coda (acaba en vocal), y trabada la que sí la tiene (acaba en con

El sistema fonológico del castellano

 A partir de la descripción de las características articulatorias de los sonidos del castellano, la fonología aísla los rasgos que, realizados simultáneamente en un segmento fónico, adquieren un carácter distintivo en la lengua, es decir, determinan la formación de un signo. Tales segmentos son los fonemas, y los rasgos que los componen son los llamados rasgos distintivos o pertinentes. El sistema fonológico del castellano está así formado por veinticuatro fonemas, organizados en el subsistema vocálico y consonántico. El subsistema vocálico Una primera oposición, separa, en efecto, vocales y consonantes. Caracteriza a las vocales la ausencia del obstáculo a la salida del aire, que suponen para las consonantes los órganos articulatorios. De esta manera pueden formar por sí solas sílabas, y eventualmente, palabras (por ejemplo, ah interjección, a preposición). Cuando se articulan con consonantes ocupan la cima silábica y, si la sílaba es acentuada, sobre ellas recae el acento de intens

Los sonidos del castellano: Modo de articulación

 Se entiende por modo de articulación la manera en que se articula el sonido, independientemente del punto de articulación, y según la resistencia que encuentra el aire a su salida del canal bucal. Con ello, se distinguen en castellano las siguientes clases de sonidos: Oclusivos (los órganos de articulación cierran completamente el canal, para abrirse luego en una pequeña explosión): [p], [b], [t] ... Fricativos (los órganos de la articulación se aproximan sin juntarse del todo, produciendo un estrechamiento del canal bucal por donde sale el aire rozando): [b], [f], [d] ... Africados (una primera articulación oclusiva se convierte en fricativa). Laterales (el ápice de la lengua, contra los alveolos superiores, impide la libre salida del aire, que se hace por los lados de la lengua, esto es, lateralmente): [l] ... Vibrantes (la lengua vibra, interrumpiendo este movimiento de manera alternativa a la salida del aire: [r] ... Semiconsonantes (comienzan por una estrechez del canal similar a

Los sonidos del castellano: Punto de articulación

 La descripción de los sonidos se ha hecho tradicionalmente desde un punto de vista articulatorio. Se atiende para ello a varios criterios: el punto de articulación, el modo de articulación, la acción de las cuerdas vocales y la intervención o no en la articulación de la actividad nasal además de la bucal. Punto de articulación Se denomina punto de articulación el lugar en que se produce el contacto de los órganos de articulación. En fonética castellana se consideran los siguientes, que dan lugar a distintas clases de sonidos: Bilabiales (el labio inferior se junta con el labio superior): [p] p adre, [m] m ano. Labiodentales (el labio inferior entra en contacto con los incisivos superiores): [f] f also. Interdentales (la punta de al lengua se apoya en el borde de los incisivos superiores): [n] o n ce. Dentales (la punta de la lengua se apoya la cara interior de los dientes superiores): [l] a l dea. Alveolares (la punta de la lengua se pone en contacto con los alveolos de los dientes su

Sonidos y fonemas

 Los siguientes ejemplos creo que permitirán ver las diferencias entre los sonidos y los fonemas. La [a] (media) de caro no es la misma que la relajada de escopeta , y ambas difieren de la de alto (velar bajo el influjo de la l); la [b] de bota  (oclusiva) no suena igual que la de robo (fricativa), y ni una ni otra como la de obsesión (ensordecida). Tales diferencias, que una análisis articulatorio y acústico muestran sin ninguna duda, y que incluso la simple observación atenta revela, pueden sorprender, pues sabemos que en nuestra lengua no hay más que una /a/ y una /b/, es decir, que la sustitución de una clase /a/ por otra, o del cambio de la /b/ de bota por la de robo , no se sigue ningún cambio en ningún signo de la palabra; lo que por el contrario, resulta evidente, si por ejemplo, /a/ es sustituida por /o/: caro/coro Por debajo, pues de los sonidos (realidades concretas que el  aparato fonador y articulatorio producen y el oído percibe) se hallan los fonemas, entidades abstracta

Introducción a la fonética y fonología

 Las lenguas naturales son sistemas de comunicación construidos a partir del sonido que produce el aparato fonador humano. La fonética estudia las características desde el doble punto de vista de su emisión y de su recepción. Disciplina experimental muy desarrollada, sus descripciones y análisis son el punto de partida del estudio más abstracto que supone la fonología . La fonética se ocupa de la materialidad del habla , de los sonidos en toda una variedad que depende de sus contextos de aparición, de la diversidad geográfica y social de los hablantes, y ocasionalmente, de la individualidad de éstos. La fonología estudia como cada lengua convierte los sonidos en unidades distintivas e invariables que permiten construir signos, esto es, describe los sonidos de la lengua ( fonemas ) y el sistema que forman, subyacente a las distintas realizaciones físicas de dicha lengua.

Cuestiones sobre semántica

 Algunos ejercicios sobre semántica, antes de pasar al siguiente tema. Espero que os resulten de interés. Ejercicio 1 Vamos a señalar varias palabras del campo semántico de rojo y otras tantas pertenecientes a su familia léxica. Forman parte del campo semántico de rojo palabras como azul, verde, blanco o amarillo , sustantivos que todos significan color; este es el sema que comparte con todas las palabras del campo. Forman parte de la familia léxica de rojo todas las palabras en que aparece ese lexema, con independencia de su categoría gramatical y de su procedimiento de formación: rojizo, enrojecer, rojez... Ejercicio 2 Cateto (lado del ángulo recto en un triángulo rectángulo) y cateto (paleto, ignorante) ¿son palabras homónimas?, ¿se trata por el contrario, de una palabra polisémica? Podemos usar un diccionario. En los diccionarios, estas dos palabras figuran en entradas distintas; ello, y la evidente lejanía de sus significados, permite considerarlas homónimas. Un diccionario etimol

Algunas clases de metáforas

 El mismo fundamento (la semejanza de significados) poseen dos grandes clases de metáforas: la literaria, inteligible sólo a partir del contexto que la obra proporciona, y la metáfora lexicalizada, es decir, la que supone la incorporación a la lengua del significado trasladado. Otras clasificaciones pueden establecerse según dos criterios válidos, válidos tanto para las metáforas literarias como para las lexicalizadas: unas con criterio gramatical (a qué partes de la oración afectan, cuál es su estructura sintagmática), otras con criterio semántico. A este último respecto suele hablarse de metáforas antropomórficas , en las cuales términos referidos al ser humano se hacen servir para muy diversos objetos y realidades: cuello de una botella, brazos de un candelabro ... El cuerpo humano, que proporciona los términos imaginarios para muchas metáforas, es también metaforizado de formas variadas, como ocurre con cualquier realidad que ocupa un lugar en el horizonte de los hablantes: la cab

La metáfora y la metonimia

 Los cambios semánticos mencionados se deben a las propias virtualidades existentes en el interior del sistema lingüístico. Algunos teóricos hablan por ello de causas lingüísticas del cambio; en realidad este conjunto de problemas puede considerarse como modos del cambio. Es decir, ¿cómo cambian las palabras de significado? Los modos esenciales son la metáfora y la metonimia , que la retórica antigua estudió en relación con el lenguaje poético, pero cuyo rendimiento es decisivo en todos los niveles de la lengua. La metáfora es un cambio de significación por semejanza de significados: la que existe entre un vaso con pie para beber y conjunto de ramas y hojas que forman la parte superior de un árbol permite expresar ambos con el significado de copa ; dorar (tostar ligeramente un alimento), cresta de una montaña, lomo de un libro... son metáforas de la lengua, cuyo origen está en la semejanza objetiva de las cosas que se designan (aspecto físico, función...) o en la apreciación subjetiv

El tabú lingüístico y el eufemismo

  Tabú es una palabra originaria del archipiélago de Tonga (Polinesia) que, a través del inglés, ha sido incorporada a las lenguas modernas y que quiere decir sagrado, prohibido. Para los pueblos polinésicos, el tabú consiste en la prohibición de realizar determinadas acciones, so pena de provocar grandes desgracias. Dichas acciones se refieren a ámbitos propios de la divinidad, como el templo y objetos o personas de culto (sacerdote, rey...). La convicción de que hay zonas de lo real que, siendo de enorme trascendencia para el ser humano, le están vedadas, ha sido, en realidad, común a todas las culturas, y apoyada en otra creencia, no menos fuerte (la que las palabras son emanaciones directas y necesarias de las cosas, o incluso que palabra y cosa no pueden distinguirse) ha determinado el tabú lingüístico: prohibición de emplear determinadas palabras cuyos significados suscitan temor o despiertan malos sentimientos para los hablantes. Hay varias clases de tabú lingüístico: El tabú de

El cambio semántico

 El cambio lingüístico que afecta a todos los planos de la lengua, es más rápido en el significado. Si una generación de hablantes apenas percibe leves modificaciones en el sistema fonológico o en el gramatical (o no las percibe en absoluto), pero reconoce en cambio cómo determinados vocablos varían en su significado, a veces con intencionalidad de los hablantes; a menudo, con olvido del que tenían anteriormente; en otras ocasiones, manteniéndolo y convirtiéndose, por tanto, en polisémicos . Naturalmente, ocurre también que ciertas palabras desaparecen del uso, convirtiéndose en arcaísmos, mientras que otras nuevas entran, por préstamo o creación, en la lengua. El cambio semántico comienza como un hecho del habla, obra de un usuario individual o de un pequeño grupo de hablantes, siendo entonces un fenómeno ocasional, que luego se propagará con mayor o menor rapidez e intensidad en el sistema lingüístico. Causas del cambio ¿Por qué cambia el significado de las palabras?  La arbitrarieda

Antonimia

 Se denominan antónimos aquellos términos cuyo significado es contrario, tales como bueno y malo, entrar y salir. Pero este sentido contradictorio puede tener varios aspectos que nos permiten distinguir tres clases de antónimos: Puede tratarse, en primer lugar, de dos palabras en una relación tal que la negación de una suponga la afirmación de la otra. El par de términos acota un referente total que se reparte entre ambos, por lo que éstos se denominan complementarios (casado/soltero por ejemplo). Dos palabras pueden tener un sentido contrario, existiendo entre las dos una gradación: bueno/malo (entre las que cabe, por ejemplo, regular). Se denomina a estas palabras antónimos propiamente dichos. Ciertas palabras se oponen de manera recíproca, es decir, la existencia de una implica la de la otra: preguntar/responder, comprar/vender... Se llaman recíprocos . No obstante, los límites entre estas clases no son siempre fáciles de establecer. Por ejemplo, puede haber complementarios que pued

Sinonimia

 Un fenómeno contrario, y de alguna manera, complementario al de la polisemia, es la sinonimia: dos palabras (o dos frases) son sinónimas cuando teniendo distintos significantes tienen el mismo significado: empezar y comenzar (por ejemplo). Si la polisemia puede entenderse como un factor de la economía lingüística, la sinonimia parece un fenómeno de redundancia. Sobre esos polos gira efectivamente el lenguaje, y los sinónimos permiten una repetición menos mecánica y prolija que la que supondría el uso de una misma palabra. Sin embargo, esta redundancia ha de entenderse con muchas reservas: vínculo, atadura, padre, papá... son sinónimos si se piensa en los semas que comportan, y naturalmente en los referentes que designan. Pero cualquier hablante sabe bien que, si representan lo mismo, ni desde el punto de vista expresivo ni desde el punto de vista apelativo, significan exactamente de la misma manera; ni el hablante expresa lo mismo ni el receptor entiende lo mismo con cada uno de ellos

Homonimia

 Un fenómeno próximo a la polisemia es el de la homonimia ( palabras iguales). Si en el caso de la polisemia se trata de una palabra que en la lengua posee más de un significado, la homonimia consiste en que dos palabras distintas tienen significantes iguales iguales: coma (signo de puntuación), coma (sopor profundo de una enfermedad) y coma (del verbo comer) son homónimos. Que los significantes sean iguales quiere decir que las palabras fonéticamente son idénticas, es decir, homófonas. Cuando además se escriben igual se denominan homógrafas. La homonimia se explica por la historia de la lengua: dos étimos distintos han concluido en una misma forma, o bien ha sido incorporado un préstamo que fonéticamente es igual a una palabra ya existente en la lengua. Por ejemplo, coma, como signo de puntuación, procede del latín; y coma, como sopor profundo, del griego. Los límites entre polisemia y homonimia pueden resultar confusos.

Monosemia y polisemia

 Sólo de los lenguajes científicos está ausente la polisemia, un tecnicismo posee un solo y único significado. Cuando un mismo término aparece en diferentes ciencias no es, en rigor, el mismo término, sino que en cada caso se trata de uno específico, con el significado explícitamente definido que dentro de dicha ciencia se le ha asignado. Lo mismo cabe decir de tecnicismos que pertenecen a modelos teóricos distintos de una misma ciencia: es el modelo el que les da su valor único e invariable. De manera que el lenguaje científico es el ámbito de la monosemia, la cual, por el contrario, es rara en el lenguaje natural. La mayor parte de las palabras poseen más de un significado, sobre todo en el léxico más común. En último término, la polisemia deriva de la arbitrariedad del signo, pues eso supone la posibilidad de que los signos sean atribuidos a referentes para los que originariamente no servían, y por tanto, a través del uso, cambie el significado. En el transcurso de la historia, los

Denotación y connotación

 Al considerar el problema de la significación, es preciso distinguir la denotación de la connotación. Se entiende por denotación al contenido puramente representativo y simbólico de un signo, que lo hace útil para designar un determinado referente. Dicho contenido viene dado por el sistema de relaciones y valores que es la lengua, convención que usamos todos los hablantes al comunicarnos. El diccionario proporciona ese significado denotativo de las palabras; por ejemplo, biblioteca: lugar donde se tiene un considerable número de libros para su lectura. Ahora bien, los signos poseen, además de su significado en la lengua, diversos sentidos que proceden del uso que de ellos hacen los hablantes. Éstos los emplean en situaciones diversas, expresan mediante ellos un mundo subjetivo o intentan actuar con ellos sobre sus interlocutores. Experiencias, sentimientos, valores, son asociados a los signos que se cargan así de otro significado, el connotativo. La palabra examen significa con toda s

Algunos términos importantes en Lengua

 En esta entrada, voy a explicar algunos términos de uso común en Lengua. Monemas . Son la unidad mínima de forma y significación. No pueden descomponerse en otros signos lingüísticos más pequeños. Existen palabras enteras que son monemas, ya que no pueden ser descompuestas en otros signos que tengan significado propio, como: pan, arena... Palabras . Se tratan de un monema o conjunto de monemas en un orden fijo. Algunas palabras están compuestas por lexemas, que en cada caso, reciben distintos tipos de morfemas: los nombres, los adjetivos, los verbos... Otras son morfemas: el artículo, las preposiciones, las conjunciones. Sintagma . Entendemos por sintagma todo encadenamiento o combinación de palabras en la cadena hablada. Más académicamente, lo definimos como un conjunto de monemas unidos por una relación funcional o, también, una unidad de función.

Los campos semánticos

 Este análisis semántico se ha hecho desde la convicción de que el léxico de una lengua está estructurado, es decir, de que las palabras no son elementos aleatoriamente añadidos unos a otros, sino signos interrelacionados, de manera que el valor de cada uno depende del valor del resto. Por campo semántico puede entenderse un conjunto de palabras pertenecientes a la misma clase gramatical, que se reparte una zona de designación próxima, y poseen, en consecuencia, un significado también próximo: comparten al menos un sema, que es la base de comparación de los elementos que forman el campo, y se oponen al menos por uno. Los adjetivos que expresan valoración intelectual, las palabras que indican relaciones de parentesco o las palabras que designan objetos que sirven para sentarse, han sido objeto de un estudio semántico. Cada lengua estructura su léxico en campos propios, no necesariamente equivalentes: los nombres de colores del griego no se corresponden con los del castellano; el castell

El análisis del significado

 La pretensión de analizar los signos lingüísticos mínimos en su significado ha chocado con varias dificultades considerables: de una parte, su propia imprecisión (la lengua no define explícitamente sus términos sus términos ni copia una realidad preexistente etiquetándola); de otra, el hecho de que los lexemas (la parte que se mantiene invariable en todas las palabras de una misma familia) constituyan una serie abierta, teóricamente ilimitada, hacen que esa tarea parezca muy difícil. Con todo, diversos trabajos en distintas lenguas sobre grupos de lexemas como términos de parentesco, colores o grados militares, han mostrado la viabilidad de un análisis que busca su modelo en la fonología, intentando hallar rasgos pertinentes cuya presencia o ausencia determine un cambio de significado. A tales rasgos significativos mínimos se les denomina semas: ésta es la unidad mínima de la semántica. Un lexema posee tantos semas cuantos rasgos significativos elementales (es decir, no analizables) p

Significado y sentido

 La semántica es la disciplina lingüística que estudia el significado o, mejor dicho, la significación . Tenemos que precisar que se entiende por significado.  Significado y sentido En algunos esquemas del signo, el significado es el concepto, la idea que se asocia, arbitrariamente, a una imagen que se denomina significante. Otros esquemas del signo presentan una estructura triangular, en la que se ha añadido un tercer elemento, el referente; es decir, la cosa o realidad; pues si bien ésta es exterior al signo, éste sólo existe en cuanto señala a un referente. Desde este punto de vista, la arbitrariedad radicaría más bien en en que un significante designe una cosa, mientras que, por lo contrario, la relación entre significante y significado se presenta como necesaria para los hablantes de la lengua. La significación es la relación existente entre los dos planos del signo lingüístico, o sea, entre significante y significado, entre nombre e idea. Fenómenos como la polisemia y la sinonimi

Presentación del blog

 Buenas a todos y todas. Sigo en mi tarea de realizar blogs educativos,  y ahora he decidido hacer un blog sobre lengua castellana. Espero que os resulte útil y de vuestro interés. Intentaré tocar todos los temas pertinentes (semántica, sintaxis...).  Tras tanto blog sobre economía y números, ahora toca uno sobre el estudio de la lengua castellana. A ver que tal me sale este nuevo proyecto. Gracias por leer alguno de mis blogs.